lunes, 30 de enero de 2012

"La epidemia silenciosa"

Comienzo con las referencias ya que el propio título no es más que la traducción del que lleva este documento del 2006 de la Fundación Gates (si, ese mismo, Bill).

Si bien los datos del reporte son tomados en escuelas americanas, seguro no distan mucho de nuestra realidad. Aunque insisto en que sería interesante que se cediera a los docentes espacio para la investigación y reflexión sobre nuestra propia realidad.

Como se aprecia en las gráficas y complementado con otros datos que están en el estudio, la mayor parte del abandono ocurre por causas perfectamente subsanables y que poco tienen que ver con el aprendizaje. Incluso en otras encuestas se revela que la mayoría de estos estudiantes se sentía perfectamente capaz de haber logrado éxito con un poco de esfuerzo; pero el 69% no estaba motivado para hacerlo.

De los datos del documento se puede inferir que algunos estudiantes creen que si recibieran mayor supervisión por parte de los docentes, más acompañamiento, podrían haber continuado. Siguiendo en este sentido, he leído algunos documentos sobre la educación en Finlandia (el top ten del ranking Pisa), y se puede ver cómo uno de los baluartes es su apoyo al estudiante que lo necesita, en forma personalizada, fuera de clase. Nos cuenta Jususierra en su blog luego de una visita al país nórdico ..." pudimos ver clases de ayuda y recuperación, que el profesor/a se compromete con el éxito de cada alumno/a."


Esto hace que los resultados de los estudiantes que egresan sean significativamente más homogéneos que en otras latitudes (si bien aparece comparado con la Comunidad Europea seguro vale para nuestro país).

Siguiendo con el informe "Gates", algunas de las "soluciones" pasan por hacer las clases más interesantes, más vinculadas a la vida real, favorecer el compromiso de los estudiantes y funcionarios, mejorar la comunicación entre los padres y la escuela...seguro que cualquiera de uds puede seguir con la lista.

En lo que respecta al ser docente, creo que debería cambiar fundamentalmente la convocatoria y la currícula de formación a nivel terciario. No se trata de ser un cuasi experto en el área en la cual se impartirá la asignatura. Para ser docente hoy en día se necesitan otras cualidades y aptitudes muy diferentes a las de antaño (aunque aún vigentes). En ningún lado se menciona nada que tenga que ver con la experticia del docente en su área, su grado de actualización en la materia o sus vínculos con los círculos académicos. Se trata del docente ahí en su clase, con su grupo, con sus alumnos. Se habla de vínculos, de capacidad de comunicación, de dirigirse a un público, de redes sociales (en su más amplia acepción).

Me da la sensación que lo que se pide es perpetuar la metodología escolar. Aquella en que la maestra, maternalmente, acompaña, anima, ludifica el aprendizaje, lo varía, lo relaciona con la vida cotidiana. Aquella en donde el maestro conoce a cada uno de sus estudiantes y a sus padres, su problemática, sus fortalezas y debilidades. La que se queda en los recreos ayudando con esa tarea costosa, la que manda notitas (o mails) a la casa....Algo no me está gustando del todo.

¿Fracasamos en la escuela en enseñar a los jóvenes a ser autónomos, a buscar estrategias compensatorias para sus debilidades?¿No permitimos que desarrollen deseos de superación y logren mejorar el bajo umbral al fracaso?

Creo que la solución va por otro lado completamente opuesto al de la escolarización perpetua...pero queda para otro post.



2 comentarios:

  1. Hola Verónica!

    Si mal no recuerdo, ese reporte de la Fundación Gates (u otro similar) sugería que lo que menos importaba en el éxito de un docente era que contara con estudios de maestría en educación. Algo que es igualmente controversial para más de uno.

    Pero lo que me llamó la atención de tu post es la mención que haces del sistema finlandés. Hay dos textos, más o menos recientes, que muestran un panorama mucho más complejo (en términos de variables que intervienen) para el éxito de su sistema educativo. Para empezar, este artículo resalta que en Finlandia no hay instituciones privadas. Adicionalmente, hay un libro reciente de Pasi Sahlberg llamado Finnish lessons, que justamente aborda en detalle las características de la transformación educativa que vivió Finlandia en las últimas décadas.

    Coincido contigo en que suena extraño eso del "apoyo y seguimiento permamente" pero, hasta donde entiendo, ese apoyo tiene sentido en el ambiente de autonomía que se estimula en ese sistema educativo. Tal vez hay algo allí que le da una dimensión distinta (o no, no lo sé).

    Lo que creo que ocurre, en todo caso, es que las condiciones políticas, sociales y económicas tienen una enorme incidencia, pero eso tampoco explica algo que, para mi, tiene que ver con la pérdida del sentido. Como bien dices, esa es otra discusión. :-)

    Un saludo!

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  2. Gracias Diego por tu comentario y los enlaces a nuevo material. Todo para seguir leyendo y reflexionando.

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