sábado, 30 de marzo de 2013

Tomando distancia

En una conversación de esas que se dan en una entrada de blog y sucesivos comentarios, Liliana me hacia pensar (una vez más) en la necesidad de reflexionar sobre el camino andado en las redes. Para poder pensar dónde estamos, con quién, para qué, cuál es el "estado de salud" de mi Ambiente Personal de Aprendizaje.

Antes que nada, cuál es mi estado. No quise ni pensar. Trabajando mucho más de lo que debiera, en demasiadas cosas, llena de proyectos. Algunos salen otros no...Por la noche les propuse a mis hijos salir temprano para las sierras. Podría por fin cumplir con la promesa hecha a mi pequeño (8) que subiríamos juntos el Cerro Pan de Azúcar y a la grande (19) que podía manejar en carretera.

A menos de 2 horas de viaje en 1 día hermoso. Agarramos 4 cosas y salimos. Los 3.

A la entrada hay una reserva de fauna y flora y no podía desperdiciar la oportunidad de documentar algunas especies. El contacto con la naturaleza nos entusiasma a todos y sin darnos cuenta sonreímos y nos atropellamos para llegar primero.


Aprovecho para practicar tomas con mi cámara nueva, ensayo el zoom, la luz y disfruto nomas. A eso vinimos.

Creo que la familia de Yacarés al sol son la mejor foto que tomé, como nosotros disfrutaban del hermoso día.

Luego de pasear por la reserva comenzamos el ascenso. Le paso a cámara al pequeño para que ensaye sus primeras tomas.
Un cartel indica que ahí comienza el ascenso, está señalado por ocasionales flechas amarillas. Nada dice de lo empinado, ni de las rocas húmedas que te hacen patinar. Ni un cartel me recuerde que me aproximo a los 50. Ni uno.


Subimos y subimos  más. Zonas de soto bosque otras a pleno sol. Cuando parece terminar hay todavía un tramo escondido. Pero lo logramos. En la cumbre hay una cruz grafiteada. No me da para subir pero sí lo hacen mis hijos.
Hay que emprender el regreso. Aún nos queda llegar a la costa dar un paseo por la cercana ciudad de Piriápolis.
Comer un enorme helado y regresar a casa cansados y llenos de recuerdos.



En el puerto, para nuestro deleite, la naturaleza nos tiene preparada otra sorpresa. Una pareja de lobos marinos nos contagian sus bostezos.

¿A qué viene todos esto?
No vienen a nada, comparto cosas de mi vida. Al leer a mis compañero de TRAL evidencio cómo aquellos post que son más personales son los que más me gustan.
Así como pretendo ser en la red, lo intento en todas las formas en que vivo. Trato de no saturarme de una cosa. Trato de emprender caminos con dificultades pero que sé que puedo lograr. Intento disfrutar de lo que hago y de hacer cosas que disfruto. Intento cosas nuevas (y consulto a los que ya lo han hecho). Trato de documentar y compartir. Especialmente todo esto lo hago acompañada.

PD las fotos las retoqué en  un programa online, por jugar un poco y seguir las recomendaciones de Sue Waters acerca de la escritura en blogs (advierto que en inglés pero con lo básico y ayuda de traductor no es un imposible)








5 comentarios:

  1. Verónica, leí todo tu relato y viajé con uds. por esa magnífica expedición. Es cierto lo que mencionás sobre el valor que tiene el conocer al otro fuera de su trabajo. Gracias por compartirlo!

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  2. Día genial. Gracias por compartirlo ¡Nos diste la oportunidad de conocer un poquito de este hermoso lugar, de tu familia y de ti! Me encantó que lo hecho este día y la forma de hacerlo, te sive para hablarnos de tu persona.
    Me llamó la atención el nombre del Cerro (Pan de Azúcar)
    Saludos!!!

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  3. Hola Verónica. Tu entrada, para mí tiene doble valor, y creo que acá está el mérito de Tral: por un lado, darle humanidad al contacto en las redes y por otro, aprender unos de otros. El editor de fotos que utilizaste para la colección de tus fotos me encantó y desde luego, mil, mil gracias por compartirlo.
    Sigan estando lindo!

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  4. Hola Verónica gracias por compartir esos momentos tan especiales que pasaste con tus hijos.

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  5. Gracias a todas por sus comentarios, son como un cálido abrazo a mi existencia digital. El nombre Pan de Azúcar creo tiene un origen culinario. El Cerro semeja un gran domo cubierto por rocas blanquecinas en su cima, tal cual algunos panes ducles de levadura que aún hoy en día se ven.
    Me alientan a seguir escribiendo así que me voy a una nueva entrada y a seguir comentando los blogs de otros compas.

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